Hidratación: El cacao contiene ácidos grasos naturales que ayudan a hidratar la piel, dejándola suave y flexible.
Antioxidantes: El cacao es rico en antioxidantes, como los polifenoles, que pueden ayudar a combatir los radicales libres y proteger la piel del daño causado por el sol y otros factores ambientales. Esto puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a reducir la aparición de líneas finas y arrugas.
Mejora del tono de la piel: Los antioxidantes presentes en el cacao también pueden ayudar a mejorar el tono de la piel y a reducir la hiperpigmentación, dejando la piel con un aspecto más uniforme y radiante.
Propiedades antiinflamatorias: El cacao contiene compuestos con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación y el enrojecimiento en la piel, lo que es beneficioso para personas con piel sensible o propensa al acné.
Estimulación del flujo sanguíneo: La aplicación tópica de cacao puede ayudar a aumentar el flujo sanguíneo en la piel, lo que puede mejorar la luminosidad y la vitalidad de la piel.